jueves, 5 de mayo de 2016


LA FAMILIA.



1. La fundación de la familia: noviazgo y matrimonio.


a) EL NOVIAZGO.

Cuando un hombre y una mujer son conscientes de que se encuentran enamorados de manera plena y radical se abre ante ellos el interrogante sobre su futuro. Las características internas del enamoramiento: Compartir la vida tendencia a la pertenencia, complementariedad sexual, necesidad vital de la otra persona, posibilidad de tener hijos  formar una familia, etc.

El noviazgo es precisamente el periodo en que un hombre y una mujer están valorando y madurando la posibilidad y la conveniencia de tomar esta decisión y formar el amor en un proyecto conjunto de la vida común, es decir, en pasar de una fase cognoscitivo-afectiva en un momento en el que mediante su libertad dispondrán de si mutuamente para e futuro.

Hay que asegurarse de que el amor por la otra persona es una realidad, es decir, que se le quiere tal como es, con sus virtudes y cualidades, pero también con sus limitaciones evitando el grave error de amar envés de una persona real y concreta, un sentimiento o una persona inexistente producto de una imaginación inmadura.

El conocimiento debe incluir también la convicción de que la otra persona es capaz de asumir los compromisos que conlleve la vida en común: Tener hijos y educarlos, altura moral, convicciones profundad etc.



b) EL MATRIMONIO.

Cuando el proceso del amor se considera completado, llega en momento trascendental de la decisión matrimonial una decisión planeada de contenido antropológico y que comprende amenos las siguientes dimensiones:



1) DIMENSIÓN INTERPERSONAL.

El matrimonio es ante todo el compromiso personal de un hombre y una mujer de formar una comunidad de vida que reúne las siguientes características: 


Es un compromiso de por vida  puesto que lo que se busca precisamente es compartir la existencia con una persona correcta, es una entrega plena porque mientras esa persona viva, nuestra existencia estará ligada a ella. De igual forma surgen otras características del matrimonio, se puede entregar mutuamente a un solo hombre o una sola mujer ya que solo es posible realizarlo con una persona puesto que no se puede compartir plenamente la vida con varios hombres o mujeres a la vez, de la mima forma exige la exclusividad de la relación sexual plena por varias razones, una de ellas seria que los esposos se amen y entreguen mutuamente.


2)  DIMENSIÓN SOCIAL.

Aunque el matrimonio es esencialmente una relación interpersonal, posee una dimensión social. Muestra cultura quizá de una modo especial a partir del romanticismo, ha insistido mucho en el aspecto personal frente a la institucional social, lo que  ha servido para revalorizar todos sus aspecto afectivos e interpersonales. El matrimonio, el acto en el que 2 personas se casan y como la comunidad de vida que surge de él.

El matrimonio no tiene un dimensión social únicamente porque se de en el contexto de una sociedad, sino por una razón mucho más profunda: supone la creación del elemento clave de la sociedad: La familia. El matrimonio es la semilla de la familia y la familia es la estructura esencial de la sociedad. La boda siempre debe realizarse en un contexto y ese contexto es fundamentalmente personas y es parte esencial para la sociedad en condiciones normales.

La boda se realiza en presencia de los padres, de los amigos y el conjunto de la sociedad en la que se vive; es publica y conocida y está regulada jurídicamente porque tanto los que se casan como la sociedad quieren poner de relieve la formación de un nuevo núcleo social que se desarrollara mas tarde como familia con la aparición de los hijos, que con los nuevos miembros de la sociedad.





b.3) DIMENSIÓN RELIGIOSA.

El matrimonio tiene, por ultimo una dimensión religiosa. En este caso, no se trata de una dimensión esencial ya que este aspecto no se pone directamente en juego en la relación entre el hombre y la mujer pero estará necesariamente presenta si los novios son creyentes ya que están tomando probablemente, la decisión más transcendental de su vida.

La boda aún, desde una vertiente festiva, estas tres dimensiones en casi todas las culturas. Es, ante todo , la fiesta del amor y de la alegría entre el hombre y la mujer, el misterio de la masculinidad y la feminidad que se entrelazan una vez más en una pareja única entre las millones de parejas que han poblado y poblaran la historia.



Del amor que se sella entre el hombre y la mujer surgieran los nuevos hijos que labraran los campos, construirán las casas, trabajaran y dirigirán las empresas y cuidaran a sus mayores cuando comiencen a envejecer. La boda cristiana por ejemplo es una magnifica muestra de la conjunción de esas tres realidades en el marco de una celebración eminentemente festiva.



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